Desmaquillante Supreme Balm Cleanser La Prairie

Elimina el maquillaje. Devuelve la calma. Un ritual de noche lleno de lujo.Supreme Balm Cleanser ofrece una limpieza profunda incomparable, dentro de un lujoso ritual de noche que ayuda a la piel a deshacerse del estrés diario, eliminar el maquillaje y dejarla perfectamente limpia.Una limpieza profunda no tiene por qué acabar con la hidratación o defensa natural de la piel. Supreme Balm Cleanser favorece una sorprendente y agradable transformación de la piel, partiendo de una rica textura bálsamo para convertirse en un lujoso aceite que termina siendo una sedosa emulsión. Disuelve el maquillaje así como las sustancias contaminantes, suciedad e impurezas en la piel para una limpieza suave y completa de todo el rostro.La fórmula de este suave limpiador incorpora antioxidantes y activos hidratantes que dejan la piel limpia y suave. Además, Supreme Balm Cleanser está perfeccionado con el Complejo Celular exclusivo de La Prairie, que reactiva la piel y ayuda a preservar su proceso natural de renovación.Proporciona una limpieza profunda del rostro, esencial para mantener un aspecto joven, dentro de un placentero y necesario ritual que libere el estrés acumulado durante el día. Deja la piel perfectamente limpia, libre de impurezas.• Respeta la barrera de hidratación natural durante la limpieza.• Proporciona una sensación de suavidad aterciopelada a la piel.• Calma la piel y reconforta los sentidos, eliminando el estrés diario. Supreme Balm Cleanser constituye el primer gesto en cualquier ritual de limpieza nocturno. Pasa de una suave textura bálsamo a un lujoso aceite al masajearse sobre la piel. En contacto con el agua caliente, el aceite se transforma en una rica y sedosa emulsión que arrastra todas las impurezas del día. La piel se siente cómoda, suave e hidratada, lista para el siguiente paso del ritual de cuidado de la piel.Aplicar por la noche. Con ayuda de la espátula, dispensar una generosa cantidad de bálsamo en la palma de la mano y, con la yema de los dedos, aplicar sobre la piel seca en un suave masaje circular, empezando por la frente, pasando por la nariz, mejillas y a lo largo de la mandíbula. Seguir masajeando hasta que el bálsamo se convierta en un sedoso aceite. A continuación, humedecer el rostro con abundante agua templada para transformar el aceite en una emulsión lechosa sin dejar de masajear el rostro hasta que la piel se sienta limpia y libre de residuos. Secar el rostro suavemente utilizando una de las delicadas toallitas de muselina que se proporcionan para conseguir una ligera exfoliación y una piel perfectamente limpia y suave. Continuar con el resto del ritual de cuidado de la piel.